Manos temblorosas, en cuerpo y mente obnubiladas por una pasión que no perdurará. Mi negocio es ser parte del control. Aunque lo intentara, no encontraría el retorno en la bruma que me enceguece, tratando de advertirme quizás o instándome a continuar, dejándome llevar en nubes de vapor, de un ardiente fervor que quema mi piel. Pero lastima y tropiezo nuevamente, rasguñando el alma, sangrando el corazón. Y ahí está, todavía queda una oportunidad. Me paro, poder sobrenatural se apodera de mí y hace que vea lo distinto, tan distintos. La pregunta es: ¿Cuál es la pregunta? Palabras vanas no son la respuesta, tan distintos.
Vulnerable, un mal constante. Se trata de ser uno, pero se cambia para ser uno en cuerpo de otros. Una retrospectiva ágil.